Barcelona y su especial "Regreso al futuro"

La cápsula del tiempo de Barcelona, en la que los ciudadanos podrán dejar sus mensajes en soporte DVD, mide dos metros y se mantendrá cerrada casi 150 años. La construcción de acero inoxidable que la formará podría convertirse en un monumento público, aunque aún no se ha decidido su ubicación.

Muchas han sido las películas, las canciones, las exposiciones… que hablan sobre el pasado más o menos reciente de una ciudad, aunque los ciudadanos del 2159 podrán conocer su historia desde los mismos ojos de sus antiguos vecinos: la cápsula del tiempo de Barcelona se abrirá y mostrará los mensajes que, a partir del 10 de junio de 2010, podremos dejar los habitantes de la ciudad condal.

La cápsula, que permanecerá cerrada cerca de 150 años, contendrá varios aislantes (una urna de vidrio llena de nitrógeno para evitar la corrosión de los metales, una caja de plomo y una manta de aerogel para mantener la temperatura invariable) a fin de que el soporte DVD y el ordenador que guardarán en ella resistan al paso del tiempo.

La idea del científico y coordinador del proyecto, Javier Peña, es que los barceloneses se conviertan en los guardianes de la cápsula, además de ser los que transmitan oralmente a sus descendientes la existencia de este legado. De esta forma, cada año, un ciudadano girará la cápsula 2,4 grados hasta llegar a los 360. Entonces, un mensaje escrito entre los dos módulos que giran de la construcción coincidirá y se podrá leer perfectamente. Sí, exacto: algo así como el Criptex cifrado del Código Da Vinci. ¿Qué no saldrá de esa cápsula dentro de 150 años?

Bienvenidos a la sala. Durante la filmación rogamos… ¡Enciendan sus móviles!

El cine interactivo llega a nuestras salas. Después de los sistemas de proyección en 3D, el feedback entre público y personajes renueva el sentido de “ir al cine” y hace más atractivo un producto ya clásico.

Las empresas que se dedican la espectáculo saben que la innovación es imprescindible, por eso novedades como el 3D comienzan a buscar su sitio en las salas cinematográficas (y a un precio mucho más económico que los ya  conocidos Imax).

Pero parece ser que la cosa va mucho más allá. Lo último es el cine interactivo, aparecido con la película de terror Last Call. Los curiosos que pagan su entrada obtienen un flayer con los datos a los cuales tienen que enviar sus números de teléfono. El sistema de proyección de la sala los recibe y selecciona a los usuarios. Aleatoriamente, el público va recibiendo llamadas que los conectan con los protagonistas,  que les piden consejo sobré que hacer en cada momento: subir por las escaleras, bajar al sótano, acercarse o no a un sospecho bulto que se encuentra en medio de un tétrico local… ¡A voluntad! Para ello, los actores han tenido que rodar cada una de las escenas que se registran en el sistema de proyección. 

Desde luego un buen método para estimular la asistencia a la sala, sobretodo en las películas de terror. Des de este momento, los consejos que siempre damos a los protagonistas a “lo bajini” (esos “¡No! ¡Por ahí, no!” y aquellos “¡No toques al muerto! ¡Sigue vivo!”), pasarán a ser una verdadera responsabilidad. ¡Qué desolación si a la chica rubia en apuros la asesinan por tu culpa!

Si quieres verlo en imágenes, échale un vistazo a:

Last Call. The first interactive Movie

La fuerza de una marca

Tuenti retira la campaña publicitaria que la Conferencia Episcopal inició el pasado lunes sobre la defensa de la vida y contra la ley del aborto en esta red social por un uso indebido de la marca.

Si hace unos días hablábamos de la eficacia de la publicidad o marketing viral, la fuerza de una buena marca logra asociar sistemáticamente un color, eslogan o elemento simbólico al reconocimiento y éxito de un producto. Y algunas empresas o instituciones, aprovechando el tirón de un símbolo popular (la marca), crean reproducciones, parodias y versiones de las mismas para conseguir llamar la atención en sus campañas.

Este ha sido el caso de la Conferencia Episcopal que, aprovechando el auge de Tuenti, ha lanzado una acción contra el aborto en distintas redes sociales bajo el lema “Es un tú en ti”, eslogan más que parecido al nombre de la marca de la conocida red social.

La campaña, adaptada para un público juvenil, ha desarrollado también un smiley (cara sonriente de madre e hijo) como imagen central de la acción que, según apuntan los obispos, expresa de forma gráfica y positiva la emoción por una nueva vida humana, presente en el vientre de la madre.

Los responsables de Tuenti, como era esperado, han afirmado no estar felices con el uso de la firma (en referencia al juego de palabras del lema); aunque por su parte, la Conferencia Episcopal alegan que la red social había dado el visto bueno a su campaña.

Y es que ya se sabe: crea una marca potente, haz que tu producto se identifique con ella y… ¡espera a que otros se aprovechen!

Smiley y logotipo de la red social Tuenti

Smiley y eslogan de la campaña de la Conferencia Episcopal

Greenpeace infecta la red con un virus contra Nestlé

Nestlé prescinde de los servicios de un productor indonesio de aceite de palma después de que la ONG Greenpeace denunciara a través de un video viral que el ingrediente, utilizado en la fabricación de las chocolatinas Kit-kat, era causante de la desaparición del hábitat de los orangutanes.

Parece que la publicidad viral es invencible: el boca a boca que favorecen las redes sociales y los sitios webs más vistos por los usuarios de Internet hacen que empresas tan importantes como Nestlé tengan que agachar sus orejas ante sus clientes. La polémica ha llegado con un vídeo colgado en Youtube hace unas horas, en el cual Greepeace acusa a la marca Nestlé, mediante una parodia el anuncio de Kit Kat, de provocar la muerte de los orangutanes mostrando a un oficinista con los dedos ensangrentados tras comerse una chocolatina.

La rápida propagación del viral, que consiguió casi 8.000 reproducciones de su versión en español en menos de 24 horas, provocó la reacción de Nestlé que solicitó a Youtube la retirada de la versión inglesa del vídeo, lo que consiguió durante algunas horas, aunque finalmente decidió lanzar un comunicado donde informó a sus clientes de la rescisión de los servicios del productor de aceite Smart.

Una respuesta más que efectiva si se tiene en cuenta la facilidad de ejecución de la campaña y su coste bajo, características propias de los spots virales.

Para visualizar el vídeo, clickar en:

Kit Kat, el chocolate crujiente que destruye los bosques

El puente de Brooklyn, el puerto de Manhattan y Times Square en medio del salón

El arte de la fotografía llega a nuestras paredes. Partiendo de la idea del antiguo y tradicional papel pintado, se pone de moda el uso de las mejores técnicas de impresión digital para crear grandes fotografías que han hecho de los fotomurales la última tendencia en decoración de interiores. Destacan, sobre gran cantidad de categorías, los fotomurales dedicados a construcciones y áreas neoyorquinas.

Salón con vistas al puente de Brooklyn

Paredes de distintos colores, vinilos, papeles pintados y ahora… ¡Fotomurales! El diseño, nuevamente al servicio de nuestros tabiques, utiliza materiales como el vinilo o el lienzo para sostener fotografías de diferentes estilos y composiciones (a gusto del consumidor, ¡claro está!).

Empresas como todolifestyle (www.todolifestyle.com) o fotomurales.es (www.fotomurales.es), reproducen las imágenes preferidas de sus clientes para después copiarlas mediante impresión digital y entregarlas en varios paneles de un máximo de 1 metro de ancho enrollados en un tubo de cartón que facilitan el montaje del mural.

Aunque, si la fotografía no es tú fuerte, el diseño vuelve a tenderte una mano y te presenta todo un conjunto de categorías donde poder encontrar ideas para la decoración de tu casa: murales con fotografías en blanco y negro, motivos infantiles, imágenes de construcciones y calles urbanas, simulaciones de la naturaleza y ¡Nueva York! Sobretodo, Nueva York: el puente de Brooklyn, el puerto de Manhatan y Times Square son los fotomurales más demandados.

Para los interesados, los precios oscilan entre los 250€ y los 75€, en fotomurales de unos 4 por 3 metros, dependiendo de los materiales usados y de la dificultad de impresión de la fotografía. Un precio bastante calibrado si se trata de poder disfrutar de Nueva York cada noche desde tu sofá.

Manhattan en el despacho